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A través de los productos y del recetario local los viajeros consiguen, quizás inconscientemente, penetrar en la esencia y las raíces del lugar en el que se encuentran. Estos platos insulares, no sólo son el reflejo del clima, de la configuración del territorio y sus posibilidades, sino también parte indispensable del ideario cultural que ha ido elaborando a fuego lento las características únicas de las Islas Canarias. Terminamos la visita, así, con un buen sabor de boca:


Siguiendo un itinerario imaginario por la cocina de cada isla, comenzamos con los platos herreños. Aquí triunfan los pescados de mil maneras cocinados, junto a las “papas arrugás” (casi símbolo ya de la Comunidad Autónoma) con mojo rojo y verde. Con el queso de El Hierro se completa la mesa, acompañada con su vino con Denomación de Origen.

En el recetario de la isla de La Palma no pueden faltar sus dos productos principales: la caña de azúcar y los vinos. También productora de quesos, la isla de La Palma produce rones y licores con larga historia, junto a los ñames (un tubérculo) y el gofio (con cereales tostados y molidos).

La Gomera sigue la estela de las otras dos islas manteniendo en común la producción de vinos y platos como las papas arrugás y los mojos. Pero destacan la Miel de Palma extraída de la palmera y el Almogrote elaborado con queso.

En Tenerife, por ser uno de los destinos más turísticos de todo Canarias, ofrece la combinación perfecta para dar cuenta de la gastronomía típicamente canaria. Pero los vinos de Tenerife acompañan también a las castañas de la isla, las carnes como el conejo en salmorejo local, los plátanos y los pescados, claro, como “la vieja”.

Si nuestro destino elegido es Gran Canaria, comenzamos una ruta gastronómica por los aperitivos como los “enyesques” o “la ropa vieja”; el primer plato puede ser “caldo de pescado”, o bien “potaje de Berros”; ya en los segundos, degustamos la “vieja sancochada”. De modo que así se llega a los postres, terminando el recorrido gastronómico con el “bienmesabe” o los “huevos mole”.

Y ya se terminan las islas en Lanzarote y Fuerteventura, lugares donde acompañar las papas con carnes de cerdo, de pollo o cabritos, junto a las verduras y el exquisito aceite de oliva. Pone broche final a la vista el último trago, de vino, producido en Lanzarote: el vino de la ceniza.